Nueva Orleans, enero 9 de 1796
Carta del Barón de Carondelet al Príncipe de la Paz.
Excmo. Señor:
Las dos cartas cuyas copias acompañan, núms. 1.° y 2.0, que que me ha dirigido W. [Wilkinson] y la tercera, núm. 3.°, del mismo al coronel D. Manuel Gayoso, enterarán á V. E. de la próxima conferencia, que ha de tenerse en las inmediaciones de Nuevo Madrid, entre éste y B. Sn. [Benjamín Sebastián], acompañado de Harry I... S.; sus resultas, de las que instruiré á V. E. aclararán el juicio que se puede formar de la solidez, sinceridad é influencia de W. [Wilkinson), la facilidad y prontitud con que consiguió que aquellos dos sujetos, los más considerados, sin duda, de aquel Estado, se expongan á dar un paso que, por más precauciones que se tomen, no quedará oculto, parecen suficientes para desvanecer las dudas que se han sembrado sobre la última; y la conseqüencia con que se ha comportado hacia la España, desde los principios de su conexión con ella, persuaden á favor de las dos primeras.
Conociendo el genio emprendedor y arriesgado de D. Manuel Gayoso, me ha parecido necesario ceñirle precisamente á los que prescribe la Real orden de 21 de Febrero del año antecedente; esto es, á procurar únicamente entablar, con el mayor secreto, negociaciones con los kentukeses, que den treguas, así para asegurarlos de nuestra buena fe, como para separarlos de los ingleses, tenerlos á nuestra devoción, y atraerlos á un Tratado recíproco de Comercio con la Luisiana, cuyas consecuencias serán indefectiblemente su separación de los Estados Atlánticos; el primer objeto de la negociación se llenará completamente, y en cuanto al otro, espero que, convencidos aquellos dos sujetos de las ventajas y fines, conseguirán persuadir al pueblo que la negociación referente á la navegación del Misisipí no se terminará nunca por el conducto del Congreso, y que, por consiguiente, su interés le dicta el elegir agentes para tratar directamente con la España, la que está inclinada á hacer con ellos un comercio franco é igualmente ventajoso á ambas partes, en el que los Estados Atlánticos no deben ni pueden tener interés directo.
Es constante que el Estado de Kentucky, una vez penetrado por nuestros parciales de estos sentimientos, no sólo mirará sin recelo los nuevos Puestos que adelantamos sobre las riveras del Misisipí, sino que los considerará como muy esenciales para apoyar con el tiempo su independencia de los Estados Atlánticos, que todos desean y tienen por indefectible.
Un solo Puesto nos queda que ocupar para quedar dueños de la rivera oriental del Misisipí desde el Ohio hasta la Valiza; el de la Mina de Hierro, que sólo dista cinco leguas de la desembocadura de éste, no estoy bien enterado todavía de la nación á quien pertenecen aquellas tierras; si á los Cheroquies ó á los Chicachas; pero si S. M. determina que lo ocupemos, procuraré su compra de aquella que tenga en realidad derecho á su propiedad.
Este medio, que he empleado con suceso para adelantarnos á los Nogales, á la Confederación, y á S.n Fernando de las Barrancas, aunque el más equitativo de cuantos se pueden usar, no sirve más que en quanto esté sostenido de la fuerza y superioridad; hasta ahora he podido aparentar éstas de un modo que ha contenido á los Estados Unidos: el mismo W. [Wilkinson] me cree unos medios poderosos muy diversos de los que tengo; aconseja que fortifiquemos todas las alturas que se hallan sobre el Misisipí, más abajo del Ohio, y nominadamente la Mina de Hierro; pero en su segunda Carta, escrita después de la conclusión de la paz con Francia, varía de modo de pensar y sólo desea que estemos en disposición de apoderarnos de ellas en el instante que algún acto de hostilidad de parte de los Estados Unidos nos obligue ó dé lugar á semejante procedimiento; quiere que un tren de artillería con las municiones de guerra y víveres necesarios se adelanten desde luego á las Barrancas ó Nuevo Madrid, y que se levante una buena fortaleza enfrente de la desembocadura del Ohio.
Conformándome á su parecer en quanto á la necesidad de fortificar con todas las reglas del arte un Puesto enfrente ó poco más abajo del Ohío, á lo que los Estados Unidos no tendrían motivo de oponerse, pues que estaría situado en las posesiones de S. M., no creo conveniente que el tren de artillería que pide, desde el calibre de á dos hasta el de á doce, se arriesgue en lo alto del Misisipí, sino que quede depositado en la capital, de donde será siempre fácil remitirlo con seguridad y anticipación á los insurgentes, embarcado con los diez mil fusiles y las demás municiones de guerra en las Galeras.
La conclusión de la paz con la Francia da todas las facilidades necesarias para completar el Regimiento fixo de la Luisiana y añadirle otro completo y compuesto de gente que haya hecho la última guerra, como también para aumentar una compañía de artillería á la única que existe en la provincia, esparcida entre veinte Puestos, y remitir á ésta unas veinte piezas de artillería ligera, con diez mil fusiles.
Unos veinte mil pesos de pensión anual se han de repartir entre B. Sn. [Benjamín Sebastián) N... s [Nicholas]; H. [Holder] S... s [Snips] M. [Moultine]; la C,. e y otros de más influencia en el Estado, cuyo pueblo se dexa gobernar por unas doce cabezas principales; W. [Wilkinson] repite con justicia los 6. 000 pesos perdidos por la muerte desgraciada de G... n, [Owen], los que en conformidad de la Real aprobación que V. E. se ha dignado pasarme con fecha de 28 de Marzo de este año, sobre el desembolso de aquellos doce mil pesos, le remito á Nuevo Madrid con el importe de la quenta, cuya copia acompaña, núm. 4. 0, la que me parece igualmente arreglada á la más exâcta justicia, por lo que espero que V. E. se dignará impetrar su aprobación de la Real piedad.
Solicita el mismo sujeto que la pensión de 2. 000 pesos que goza desde el año de 1789, se eleve á quatro mil; es constante que para el mismo suceso del plan formado, cuyas ventajas están circunstanciadas y patentes en el reservado número 54 de primero de Julio, cuya contestación aguardo por el primer Correo, necesita gastar con cierta esplendidez y generosidad; su rango le permite pretender á los primeros empleos, y aun al de Gobernador del Estado, que le daría los mayores posibles para el suceso que deseamos; su ambición es igual á su talento, y su genio emprendedor á sus deseos de libertar su patria de la dependencia de los Estados Atlánticos; apoyado con facultades pecuniarias lo creo capaz de operar una revolución que libertará las posesiones españolas de las Américas de la subversión con que las amenaza el poder colosal de los Estados Unidos.
Si S. M. se dignase disponer que por las Reales Caxas de México se remitiese á éstas un fondo de cien mil pesos á mi disposición, y de cuyo empleo no tubiese que dar quenta más que al Ministerio de Estado, es constante que me hallaría siempre pronto á aprovechar las circunstancias favorables que en semejantes asuntos se han de utilizar al minuto; mi zelo y desinterés están conocidos, á más de que los recibos harían constar su legítima inversión.
Por el reservado núm. 63 de 30 de Noviembre, se evidencia la indispensable necesidad de cinco batallones durante algunos años en la Luisiana, para su conservación, prescindiendo aun de lo que respecta á sus intereses políticos acerca de los Estados Unidos; y la relación núm. 5 manifestará á V. E. con claridad los medios que considero necesarios para el succeso de la negociación entablada de que trata este oficio, con que deseoso de acertar con las Reales intenciones, y llenar completamente las disposiciones y esperanzas de V. E., quedo rogando á Dios nuestro Señor guarde su vida muchos años.
Nueva Orleans, 9 de Enero de 1796. —Excmo. Señor. —El Barón de Carondelet. Excmo. Sr. Príncipe de la Paz.
|